Ajeno a esta realidad se mostraba,
no sonreía, tampoco lloraba.
Sus ojos… profundos, omniscientes e impenetrables
lo contenían todo, no reflejaban nada.
Su sonrisa, pura y algo irrealista,
enigmática, deseable, inalcanzable
de tal perfección, que ni la imaginación
Podría lograr retratar.
Dos mundos se confundían en el,
el bien y el mal no parecían importar
sueño… disparate o realidad
Sui generis, tal vez algo más.
(Y por largo tiempo busque su mirar,
en vano fue, pues no le interese.
Atraída por su irregularidad…
Difícil fue, difícil es… no llegar a amar.)
[Escrito aprox. a mitad del 2008]
Sui Generis (solo una ilusión)
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